lunes, 5 de noviembre de 2012

LA COMPAÑÍA

Estaba tomándome unos cuantos cóckteles
en la barra de uno de esos grandes hoteles
me tomé 2 Bloody 2 vodkas, 1 whisky doble
que la vista ya se me nublaba miraba doble.


Ya casi cayéndome me dirigí a la habitación
que mejor yo hubiera querido, una evitación
caminé cerca a unos 50 metros, al ascensor
esperándo no encontrarme a, ningún censor.


Iba en planes de negocios, para mi empresa
de pronto llegué al piso 10 ¡Oh que sorpresa!
justo cuando yo que me tarareaba un pasillo
una esbelta mujer salía del fondo del pasillo.


Aduje que era una huésped y le hice la corte
y por dentro rogué para que esta no me corte
tenía un bello aspecto, grande parecía latina
al hablar por el dejo saqué que era argentina.


Me dio una sonrisa e igual contestó mi saludo
en situaciones así yo pues por nada las eludo
ahí conversamos buen lapso, se llamaba Tina
era de un pueblo del interior, de La Argentina.


Le dije: “Tina mejor que entremos a mi cuarto”
y ella aceptó pero sólo hasta las siete y cuarto
era cerca la una de la tarde, tiempo suficiente
ya dependía de mí el que debería ser eficiente.


De inmediato y entre risas pasamos al interior.
me preguntó, si quería sacarle su ropa interior
pero primero cancelaría la cita de la compañía
acá me dijo, que era una "Dama de Compañía”.


Esa revelación al instante me tomó de sorpresa
y me empezaba a sentir como si fuera su presa
pero este monumento de mujer sí valía la pena
hacérsela tampoco, me causaría ninguna pena.


De tripas corazón, pregunté cuánto es el asunto
y toda esta situación ya me parecía un trasunto
y la tarifa era de 800 dólares dos horas y media
la acepté porque ya me había sacado mi media.


Iniciamos con las caricias y juegos preliminares
y ella hermosa tenía su par de coquetos lunares
me hizo cosas que nunca nadie me había hecho
quedé exprimido, similar a un marchito helecho.


Me metió un dedo, me rascó dentro de mi oreja
ídem fue con la otra oreja para que esté pareja
y luego ella muy descarada se sentó en mi cara
era una pícara y ya todo me parecía una jácara.


Pero no en la cara sino frente a mí en una silla
y yo que pensaba que la cosa iba a ser sencilla
abrió sus piernas y dijo: “¿Me quieres retratar?
y si es así, pues muy bien me tienes que tratar”.


“Utiliza tu celular y puedes sacarme un retrato,
y que todo esto está incluido, es parte del trato
y sólo podrás sacar fotos de mis partes íntimas
ya que conmigo en este rato, estás que intimas”.


Me dijo: “Sácate el calzoncillo para chupártelo
después, toma este chocolate y por mí pártelo”
me lo saqué, y realmente chupó mi calzoncillo
al final todo incrédulo, quedé como un soncillo.


Allí pedimos que al cuarto nos traigan atención
y de paso yo también quería llamar su atención
nos trajeron buenas comidas y muchas bebidas
en compensación por esas relaciones indebidas.


Ella muy amable, ofreció prepararme los tragos
y los que a la postre sólo me causarían estragos
sin que yo note después lo supe, puso una pepa
mi estado con ella ese momento era de empepa.


Y con la pepa me drogó me dormí plácidamente
estaba ido muy adormecido, en blanco la mente
de esto ella aprovechó, y tomó mis pertenencias
ella era una experta, en esta clase de tenencias.


Cogió mis tarjetas de crédito, la de Diners, Visa
mi maletín tenia mi pasaporte, sellado con visa
la billetera como siempre paraba llena y gruesa
pero no 12 docenas de algo, ésta es otra gruesa.


Sino, de mucho dinero, miles de euros y dólares
y que seguro le sirvieron para volar a otros lares
y yo que me la quise dar de ser un gran amante
aquí sí perdí todo junto a mi anillo de diamante.


El que tenía mi preciosa herradura de diamante
perdido en revolcones, de sábanas de bramante
yo pensé con mi canita al aire, estar en los aires
me imagino que ella ya estará, por Buenos Aires.

                     
                              EL MANU

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